La Sabana de Bogotá y el altiplano cundiboyacense guardan una riqueza de especies nativas impresionante. Sin embargo, no siempre es fácil identificar qué arbustos y árboles son útiles para procesos de restauración o jardinería, pero ante todo muchos no son fáciles de conseguir.
La expansión urbana, la agricultura y siglos de uso de madera para cocinar han afectado los bosques nativos de la región y los procesos de reforestación en décadas pasadas introdujeron especies exóticas como el eucalipto, el pino y las acacias sin tener en cuenta que estas iban a desplazar plantas nativas y afectar aun más los bosques originales cerca a Bogotá.
Hoy, la restauración ecológica y los bosques de bolsillo Miyawaki están tomando prelación y el interés por jardines con plantas y árboles nativos, nos están ayudando a redescubrir lo que es realmente un jardín andino.
Para apoyar ese creciente interés, queremos compartir una guía de 60 especies representativas (y comercialmente disponibles), que encontrará como archivo descargable al final de este artículo.
Arbustos nativos (hasta 3 metros)

Los arbustos son esenciales para crear sotobosques (vegetación que crece debajo de árboles de mayor tamaño) y cercas vivas, además de ofrecer flores, frutos y refugio para aves e insectos.
Entre los arbustos andinos más comunes está la uchuva (Physalis peruviana), frutal tradicional que además se reproduce con facilidad y velocidad. Tanto aves como pequeños mamíferos las consumen y son deliciosas particularmente en jalea.
El chilco (Baccharis latifolia) y el ciro (Baccharis bogotensis) son arbustos resistentes y muy visitados por polinizadores.
También está el borrachero (Brugmansia arborea), de floraciones colgantes espectaculares, aunque siempre es importante tener precaución con su toxicidad.
Árboles andinos pequeños (entre 6- 8 metros)

En este rango encontramos especies perfectas para jardines y proyectos urbanos, pues no superan alturas que interfieran con construcciones.
El arrayán (Myrcianthes leucoxyla) destaca en este grupo por su follaje aromático y tronco liso de tonos claros.
El mortiño (Hesperomeles goudotiana) es un bonita especie nativa que produce pequeños frutos muy apreciados por aves.
Si tiene un terreno muy degradado el Smallanthus pyramidalis -llamado arboloco- es un árbol pionero de rápido crecimiento que ayuda a preparar el terreno para otras especies más exigentes.
El sietecueros (particularmente el Andesanthus lepidotus) es un pequeño árbol infaltable en cualquier jardín o proyecto en zonas andinas frías. Sus floraciones son intensas en tonos púrpura y fucsia.
Árboles nativos medianos (hasta 10 metros)

Los árboles de porte mediano son esenciales como transición entre arbustos y árboles de gran tamaño si está restaurando bosque. En proyectos de jardinería funcionan muy bien como complementos de sembrados con plantas herbáceas o perennes.
El chicalá (Tecoma stans) es uno de los más vistosos por su floración amarilla intensa y muy común en Bogotá y las zonas rurales de la Sabana.
El laurel de cera (Morella pubescens) es conocido por el uso de sus frutos en la producción de cera vegetal y el raque (Vallea stipularis) vale la pena una mención por sus pequeñas y muy bellas flores rosadas.
También está el tibar (Escallonia paniculata), que es un árbol con un tronco muy interesante y unas pequeñas flores que atraen abejas y otros insectos. Es un árbol que tolera encharcamientos lo que lo hace muy útil para zonas que se ven afectadas en épocas de lluvias.
Árboles nativos grandes (más de 10 metros)

Los árboles de mayor porte conforman la estructura de los bosques andinos y son claves para la restauración a largo plazo.
El aliso (Alnus acuminata) cumple una función ecológica fundamental: fija nitrógeno en el suelo y crece rápidamente, protegiendo terrenos degradados. Es una especie de uso común en zonas rurales y tolera zonas de mucha humedad.
El roble andino (Quercus humboldtii) es una especie emblemática de Colombia, asociada a bosques majestuosos hoy reducidos a relictos. Es de crecimiento lento, pero por su tamaño y valor ecológico vale la pena sembrarlo.
El cedro negro o nogal (Juglans neotropica), antes muy usado en carpintería, está en riesgo por la tala indiscriminada. Es un árbol de mucho porte y felizmente cada vez más común en espacios rurales y urbanos.
También el pino romerón (Nageia rospigliosii), único representante de las podocarpáceas en Colombia, es un símbolo de los bosques altoandinos. Por mucho tiempo cayó en el olvido, pero ya es mucho más popular y se encuentra en muchos viveros.
Un recurso abierto para restaurar
Sembrar especies nativas es sembrar futuro: para los suelos, para el agua y para la vida silvestre que depende de ellas. Este artículo es apenas una introducción pero la lista completa de árboles y arbustos de la sabana de Bogotá y zonas aledañas que hemos recopilado está disponible para descarga en formato PDF.
👉 Descargar la guía acá:
Cuéntenos si sabe de otras especies que considere deberían ir en esta lista.