Visitar un páramo es una experiencia sin igual que debe aprovechar si alguna vez está cerca de uno en Colombia, Venezuela, Ecuador o Perú.
Son ecosistemas de alta montaña que parecen sacados de una película de ciencia ficción y que a primera vista parecen carentes de vegetación o vida.
Sin embargo, los páramos andinos son precisamente ecosistemas repletos de fauna y flora que le robará el aliento. Eso sí, deberá acostumbrar su visión a otros colores, tamaños de plantas y a animales que se mimetizan a la perfección con los verdes y marrones del entorno.
Los páramos solo existen en los Andes ecuatoriales húmedos, a más de 3.100 metros sobre el nivel del mar y se «caracteriza por condiciones ambientales extremas y con gran influencia biológica» como lo señala el seminal texto Los Páramos Circundantes de la Sabana de Bogotá (E. Guhl N.).
Son estas condiciones climáticas y geográficas, las que crean un entorno lleno de musgos y pantanos que consolida a los páramos como fábricas de agua. Esta riqueza hídrica abastece el agua del 70% de la población en Colombia, por ejemplo.
Los conquistadores españoles denominaron estos ecosistemas páramo pensando en los desoladores parajes montañosos por encima del límite del bosque de su tierra natal, ya que en sus travesías a mula y a pie estas zonas de alta montaña fueron catalogadas como peligrosas y poco aptas para la vida humana.
Hoy, estas islas hídricas y ambientales, son parte de la identidad nacional de países como Colombia y Ecuador, a pesar de seguir seriamente amenazados por la agricultura, la ganadería y la minería.
Gracias al ecoturismo, cada vez más personas tienen la posibilidad de conocer estos tesoros naturales y de valorar su protección. Por eso mismo, acá encontrará un listado de 10 de las plantas más hermosas que se pueden encontrar en estos paisajes.
Vale anotar que son muchísimas más las que merecen ser resaltadas.
Seguro le sorprenderá su belleza, sus colores y su capacidad de adaptarse a uno de los climas más impredecibles y cambiantes del mundo.
Tibouchina grossa – Sietecueros rojo
Con sus flores de un profundo color rojo, esta especie de sietecueros es fácil de identificar ya que resalta dentro de la vegetación predominantemente verde y ocre de los páramos.
Lupinus sp. – Lupino/Chocho
Los lupinos son una especie muy amplia que crece de manera silvestre en el Mediterráneo y en América (un subgénero llamado Platycarpos). Sus flores en espigas densas y multicolores lo convierten en un espectáculo visual en los páramos, ayudando a la fijación de nitrógeno en el suelo.
Salvia sp. – Mirto
En los páramos se encuentran varias especies de esta planta -que en el continente americano suma 500 variedades- como la Salvia amethystina (flor violeta) y la Salvia carnea (de flor fucsia). Son precisamente sus flores las que las convierten en un manjar para colibriés y abejas.
Mutisia clematis – Clavelino
Trepadora por naturaleza, la Mutisia muestra flores carmesí brillantes que contrastan vívidamente con el verde grisáceo de sus hojas. Prospera en alturas entre 2.500 y 3.700 metros sobre el nivel del mar.
Senecio formosoides – Árnica
Utilizada en medicina popular para aliviar contusiones, esta planta resalta dentro de los ecosistemas paramunos por sus flores violetas. Es nativa de la región andina, desde Venezuela hasta Bolivia.
Gentianella corymbosa
La Gentianella puede llegar a medir 50 cms, produce bellísimas flores con líneas blancas y moradas. Es nativa de Colombia y la zona andina de Venezuela. Su presencia indica la limpieza y la pureza del los ecosistemas.
Castilleja fissifolia – Liberal
Esta planta no es de gran tamaño (30 kms), pero compensa por las hojas rojas brillantes que cubren sus pequeñas flores y así la hacen muy vistosa. El género fue descrito por primera vez por José Celestino Mutis en 1781.
Bartsia santolinifolia
La Bartsia (o Neobartsia) es un género de plantas que crece principalmente en Sur América. Están cubiertas por pelos que le permiten absorber agua de la neblina y humedad del ambiente en las altas montañas.
Orquídeas
Los páramos contienen numerosas especies de orquídeas bellísimas como la Masdevallia coriacea, el Epidendrum oxysepalum y el Stenorrhynchos vaginatum, entre muchas más. Los altos niveles de humedad de los páramos, permiten que estas plantas prosperen ampliamente.
Espeletia sp. – Frailejón
No se puede escribir sobre plantas del páramo andino sin mencionar a la especie insignia de estos ecosistemas: el frailejón. Actualmente, existen 143 especies reconocidas, pero este número irá probablemente en aumento con nuevos descubrimientos y descripciones.
Los frailejones son una especie emblemática y sombrilla, ya que ayudan a regular el recurso hídrico de los páramos, pero además son hábitat y alimento de «más de 150 especies, incluyendo insectos, moluscos, anfibios, reptiles, aves y mamíferos» como señala el reconocido botánico Mauricio Diazgranados (en el ensayo Una Mirada Biológica a los Páramos Circundantes de la Sabana de Bogotá, 2015).
Este género de plantas generó curiosidad y admiración desde épocas de la Colonia, tanto así que el Sabio Mutis le dio su nombre científico honrando al Virrey de la Nueva Granada, José Ezpeleta, en épocas de la Expedición Botánica.
Ecoturismo responsable para proteger los páramos andinos
Estos ecosistemas no solo son un refugio para plantas únicas, sino que también son cruciales para la regulación hídrica y la biodiversidad de países como Colombia, Venezuela, Ecuador y Perú. Sin embargo, enfrentan amenazas serias, como el cambio climático, la deforestación y la expansión agrícola.
Preservar los páramos es vital para el mantenimiento de la biodiversidad y el equilibrio ecológico. Al conocer (responsablemente) y apreciar la belleza y diversidad de su flora, podemos fomentar una mayor conciencia y acciones para su protección.
Por eso, no deje de visitar un páramo andino la próxima vez que pueda.
NOTA: Para ver más fotos de las plantas comentadas en este artículo, le recomendamos visitar INaturalist en su capítulo colombiano, ecuatoriano o venezolano.