El 11 de septiembre de 1808 falleció en Bogotá, José Celestino Mutis, uno de los españoles que más ha aportado al conocimiento de la fauna en la región andina y quien es visto como el padre de la ciencia en Colombia.
Mutis nacido en Cadiz en 1732, fue médico, botánico, matemático y profesor. Fue un intelectual integral, digno representante de la Ilustración europea.
Aunque tenía una carrera promisoria en España y posibilidades de seguir avanzando sus estudios en Europa, Mutis prefirió emprender viaje al Nuevo Mundo para conocer sus riquezas naturales.
Aceptó la oferta de ser el médico personal del recién nombrado virrey y así llegó a la Nueva Granada en 1760.
Mucho se ha escrito sobre él y la Expedición Botánica, pero encontramos cinco datos que son menos conocidos y que resultan interesantes al conmemorarse 216 años de su muerte.
Mutis publicó solamente una obra científica: El Arcano de la Quina.
Al ser un intelectual versado en tantas áreas, sería lógico asumir que Mutis hubiera dejado una gran cantidad de publicaciones. Lamentablemente, este no fue el caso y solo tiene un libro a su nombre.
En sus recorridos por los alrededores de Santafé de Bogotá, Mutis, había encontrado una variedad de quina en el municipio de Tena y desde entonces su fijación por la comercialización de este valioso producto fue una de las razones que motivaba su interés por una expedición.
El Arcano de la Quina fue publicado por entregas en un periódico santafereño entre 1793 y 1794. Dos décadas después de su muerte, en 1828, fue publicado como libro en España.
Mutis creó un estilo artístico y la primera escuela de arte de la Nueva Granada
“El estilo Mutis se caracteriza en primer lugar por la calidad del dibujo artístico, por la simetría, como se dispone la planta en el papel, como se trabajan los rojos y los verdes. Es realmente un trabajo en equipo. Lo que están representando no es un ejemplar concreto sino lo que sería el arquetipo de la especie, el ideal” afirma Esther García, investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, (en un video) al describir el altísimo nivel artístico de las láminas de la Expedición y lo que se ha convertido en un estilo de arte botánico.
Adicionalmente y como afirma Martha Fajardo en Los Pintores de la Flora de la Real Expedición Botánica, ahí se funda la primera Escuela de Arte «orientada y dirigida por Don José Celestino Mutis, para formar en ella a un selecto grupo de jóvenes pintores, quienes tuvieron la oportunidad de entrenarse visualmente en la observación de la Naturaleza y aplicar esta experiencia a los conocimientos artísticos que iban adquiriendo«.
Algunos de los artistas más reconocidos que trabajaron en la Expedición incluyeron a Marco Antonio Garcia, Francisco Javier Matís y Salvador Rizo.
La importancia de las ilustraciones botánicas era tanta, que la mayoría del equipo de la la Expedición siempre fueron artistas.
España esperaba usar la Expedición para el espionaje
De acuerdo a la Enciclopedia del Banco de la República, la Rebelión Comunera de 1781 en la Nueva Granada había descubierto «una serie de problemas que enfrentaba el Virreinato, a los que había que darles alguna solución; entre ellos estaban el constante hostigamiento de los ingleses a las costas del Atlántico y el Pacífico, los frecuentes levantamientos de los indígenas del Darién y la Guajira, el permanente «desorden» social de las sabanas de Cartagena y de los pueblos del Chocó, y la falta de control político y militar sobre extensas regiones del virreinato, además de las consecuencias de la revolución, que había que evaluar. Era, pues, necesario para las autoridades virreinales y la Corona, establecer un mecanismo de información que pudiera pasar desapercibido, y qué mejor «pantalla» que la de una expedición científica».
Aunque la Expedición cubrió unos 8.000 kms del altiplano cundiboyacense, los Llanos Orientales, y la región del Magdalena, entre otras, no está claro qué tanto sirvió a España para obtener información política y social que le permitiera cumplir ese objetivo de monitorear el virreinato.
Adicionalmente, varios de los miembros de la Expedición terminaron liderando las revueltas independistas de 1810.
El trabajo científico de Mutis y la Expedición Botánica no tuvieron el impacto que se esperaba
En Colombia y España, José Celestino Mutis, sigue siendo una figura histórica muy respetada, pero su trabajo científico y el de la Expedición no tuvieron el impacto esperado durante su época.
Comparada con las expediciones botánicas de Perú y Chile, Nueva España y Cuba, la de la Nueva Granada fue la más larga, costosa, la que menor territorio exploró y la que menos resultados publicó de acuerdo al académico Santiago Díaz-Piedrahita (Mutis y la Real Expedición Botánica del Nuevo Reyno de Granada,1992, Tomo I).
Mutis tenía anhelos de crear un compendio botánico tan amplio, que no logró culminar siquiera alguna fases. Así, sus descubrimientos, observaciones y análisis quedaron perdidos en anotaciones, sin ser publicados ante le comunidad científica de la época.
Lo que si fue excepcional de la expedición de Mutis fue la cantidad y calidad de la iconografía que produjo. En el Real Jardín Botánico de Madrid hoy reposan 2.945 láminas a color y 2.448 en blanco y negro que siguen siendo objeto de admiración a nivel mundial.
Las revueltas independentistas fueron la excusa perfecta para llevar la obra de la Expedición a España
Tras años de revueltas y la posterior recuperación del control español en la mayoría del territorio nacional, los militares liderados por Pablo Morillo pidieron confiscar todo lo producido por la Expedición.
Lo lógico sería pensar que esto era en retaliación, ya que varios miembros del proyecto botánico terminaron involucrados en las revueltas. Sin embargo, el académico Santiago Díaz-Piedrahita sostuvo que esto fue producto de las gestiones del director del Real Jardín Botánico de Madrid quien quería ese patrimonio en España.
Un total de 104 baúles llenos de semillas, minerales, maderas y la colección iconográfica salieron así de Santafé de Bogotá en 1816.
La tarea de empacar todo el material de 33 años de trabajo recayó en el sobrino de Mutis -Sinforoso Mutis- quién para ese momento estaba preso por ser líder del movimiento independentista.
Ñapa: Los guías indígenas locales fueron los reales líderes de la Expedición
La Expedición fue liderada por españoles y criollos, pero los héroes silenciosos de este proyecto fueron los guías locales indígenas que nunca recibieron reconocimiento por sus aportes ni por el conocimiento transmitido por ellos.
No se conocen formalmente sus nombres, ni tuvieron posiciones de rango alguno, pero eran ellos los que conocían el territorio, su fauna y su flora.
Tras 216 años de la muerte de Mutis, su nombre sigue siendo emblemático en Colombia. Ya en vida, este intelectual conoció un nivel altísimo de reconocimiento. El famoso botánico sueco, Carl von Linneo, no sólo nombró una planta en su honor (la Mutisia clematis), sino que lo consideró el máximo botánico americano.
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