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Cuando la Plaza de Bolívar fue un Jardín Inglés

Quién conoce esta Plaza difícilmente podrá imaginarse que en su centro existió por varias décadas un jardín inglés.
Plaza de Bolivar Bogota 1885

La Plaza de Bolívar de Bogotá, conocida hoy por su amplitud y por enmarcar edificaciones como la Catedral Primada, el Congreso de la República, el Palacio de la Justicia y la Alcaldía Distrital, no siempre fue un espacio desprovisto de plantas u ornamentos.

Gracias a un video publicado en la cuenta @labogotadeayer y realizado por @hectorfabio_gomez en Instagram me acordé de que alguna vez este espacio había tenido una apariencia distinta.

Lo que no sabía, es que a finales del siglo XIX, esta plaza había sido  transformada en un jardín al estilo inglés, reflejando un período de embellecimiento urbano que después desapareció bajo otras remodelaciones y el crecimiento de la ciudad.

Una Plaza, Muchas Vidas

Construida en 1539 bajo el nombre de Plaza Mayor, la Plaza de Bolívar ha sido testigo de numerosos eventos históricos y ha tenido diversos nombres a lo largo de los siglos. 

Como núcleo alrededor del cual se consolidó la ciudad de Bogotá, esta plaza ha servido diversos propósitos, desde fusilamientos, eventos circenses, corridas de toros, plaza de mercado y fuente principal de agua potable.

Estas múltiples funciones, la fuerte densificación de la ciudad y la precariedad histórica en servicios públicos la mantenían en pésimas condiciones higiénicas, hasta que en 1861 se terminó de prohibir la venta de alimentos en la plaza y se empezó a pensar en cómo embellecer ese punto neurálgico de Bogotá.

Un Jardín Inglés en medio de los Andes

En el año 1880-81, la plaza inició una transformación radical. Bajo la dirección del paisajista local Casiano Salcedo, se estableció un jardín alrededor de la estatua del Libertador, Simón Bolívar (puesta ahí en 1846). 

Aunque Salcedo afirmó en una entrevista que el proyecto fue iniciado por el botánico alemán Guillermo Kalbreyer, fue el colombiano quién lideró esta y otras transformaciones de plazas bogotanas a parques públicos.

Según el libro «La vida privada de los parques y jardines públicos. Bogotá 1886-1938» de Claudia Cendales, este nuevo jardín en el centro de la Plaza de Bolívar tenía una forma cuadrada y estaba delimitado por una reja forjada. 

Alrededor de la estatua de Bolívar, se crearon zonas de siembra ovaladas, mientras que en el costado sur se establecieron dos áreas redondas más pequeñas acompañadas por un par de Araucarias excelsas

Además, en los costados orientales y occidentales se dispusieron fuentes de bronce con esculturas de garzas, y en las esquinas y a lo largo de las rejas, se ubicaron zonas menores de siembra que le daban un diseño simétrico al jardín.

Descripciones de la época destacaban la belleza y la elegancia del jardín, con «bellísimos árboles, dos pilas de bronce, varios asientos de madera y una hermosa verja de hierro». 

En una entrevista, Casiano Salcedo sostuvo:

«Los parques tenían numerosas especies de árboles y flores, entre ellas araucarias, sietecueros, amarrabollos, aralias, es decir, principalmente plantas autóctonas. También se contaban algunas especies extranjeras, entre ellas el Eucalyptus globulus, importado de Australia…”. 

Revista Cromos, año 1918

Al revisar algunas fotografías antiguas de la Plaza se identifican elementos adicionales como faros de luz, materas con arbustos, agapantos, pinos, palmas y rosales, entre otros.

Embellecimiento urbano necesario de recuperar

La transformación de la Plaza de Bolívar en un jardín no fue un hecho aislado. Hizo parte de un ánimo sistemático de embellecer la ciudad transformando varias plazas en parques y jardines públicos, para así dejar atrás la huella colonial y ayudar a generar espacios verdes en una ciudad de unas 100 mil personas.  

Durante ese periodo (es decir entre 1880 y 1920 aproximadamente)  también nacieron varios parques como en Centenario y el de Independencia que marcaron el ánimo bogotano de insertarse en las tendencias paisajistas de las grandes ciudades para evidenciar su “civilización” y ofrecer espacios de esparcimiento para sus habitantes.

En 1927, la Plaza de Bolívar vivió una nueva remodelación manteniendo el espacio anteriormente usado para el jardín, pero pasando a una diseño marcado por cuatro grandes fuentes en piedra.

Tristemente en 1961, este espacio fue remodelado de nuevo y adquirió el aspecto que tiene hoy y que sirve esencialmente para manifestaciones y protestas políticas. Así volvió a la estética de plaza colonial que tenía en sus inicios y que había sido descrita por el viajero Jean Baptiste Boussingault en 1843 como “una plaza muy grande sin que en ella haya plantas, árboles o jardines; todo presenta la aridez que tanto gusta a los castellanos”.

Retrato de la Plaza de Bolívar en 1846 por Edward Walhouse Marc. Banco de la República.

Hoy en día, Bogotá sigue padeciendo de una deficiencia de espacios públicos verdes y muchísimos parques son víctimas del olvido a falta de presupuestos adecuados para su mantenimiento. 

De acuerdo a la Cámara de Comercio de Bogotá a 2019: “Por cada 3 habitantes en Bogotá hay medio árbol, con una gran variación entre localidades. Mientras que en Santa Fe hay cerca de 2 árboles para cada persona, en Bosa 7 personas deben compartir un árbol”. 

Reconectarnos con la riqueza natural de Bogotá y sus cerros empieza también por reconocer el trabajo de jardineros y botánicos locales como Casiano Salcedo que con su conocimiento nos dieron la mayoría de los espacios verdes que aun mantiene la ciudad.

Esta historia de cómo la Plaza de Bolívar tuvo un jardín (al estilo)  inglés es un recordatorio de que los espacios públicos se pueden repensar y que ante todo deben seguir siendo ejes de encuentro, ocio y recreación de sus habitantes.

“Si algo, a la verdad, necesitan las ciudades anchas, frías, melancólicas […] cuando llega la noche, es un sitio con árboles, con bancos, con viento, con música […] un sitio, en fin, a donde puedan ir unos y otros, sin boleta de entrada, sin traje de etiqueta, en busca de un rato de paz, de reposo o de olvido, en busca de un poco de aire para los pulmones y de un poco de música para el espíritu”

Boletín de la Sociedad de Embellecimiento de Bogotá, 1918
Postal de la Plaza de Bolívar con su jardín inglés. Librería Colombiana, Public domain, via Wikimedia Commons

Fuentes Consultadas:

  • «La Vida privada de los parques y jardines públicos. Bogotá 1886-1938» de Claudia Cendales, Instituto Patrimonio Cultural de Bogotá, 2020.
  • «Los parques de Bogotá 1886-1938» por Claudia Cendales, Revista de Santander-UIS, 2009.“Un parque extenso y amplio para dotar con él a nUestra qUerida capital”: la exigencia de la creación de Un parque y el panorama del arte paisajístico a finales del siglo xix en Bogotá por Claudia Cendales, Paisagem Ambiente, 2011.
  • Blog www.metroflorcolombia.com  y www.quintopiso.net .
  • Archivos históricos y fotográficos públicos de la Plaza de Bolívar.

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