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¿Calathea en problemas? Soluciones para su cuidado

Las calatheas no tienen que ser un dolor de cabeza! Acá le enseñamos cómo cuidarlas.
Hojas de Calathea

Si está leyendo este artículo, seguramente tiene una calathea en problemas y se habrá dado cuenta que estas plantas tienen sus mañas y pueden ser un reto para cualquier jardinero de interiores.

La calathea es conocida por sus bellos patrones de follaje y su capacidad de «orar»: las hojas se mueven hacia arriba por la noche, como en oración. No obstante su belleza, es una planta que puede ser susceptible a una serie de problemas si no recibe los cuidados adecuados.

La reconocida jardinera inglesa Beth Chatto tenía un dicho que repetía como mantra: «la planta correcta en el entorno correcto» y para cuidar una calathea se debe entender de donde viene para recrear al máximo las condiciones ideales en las que crece en la naturaleza.

La calathea es originaria de las selvas tropicales de Brasil y Perú, por lo que necesita un ambiente húmedo y cálido para prosperar. Además, estas plantas son sensibles a los cambios bruscos de temperatura y luz. Si se exponen a corrientes de aire frío o cambios rápidos en la iluminación, pueden sufrir estrés y las hojas pueden empezar a enrollarse o incluso caerse.

A continuación, detallamos soluciones a los problemas más comunes al tener una calathea en su casa.

Residuos en las hojas de su Calathea

El primer desafío que muchos propietarios de calatheas enfrentan es la aparición de residuos en las hojas, un problema frecuentemente causado por el uso de agua que contiene cloro. Aunque este residuo no afecta la salud general de la planta, sí puede impactar su apariencia, dejando residuos cristalinos y pegajosos en sus hojas.

Solución: Para abordar este problema de manera efectiva, es fundamental comprender que el cloro, comúnmente presente en el agua de grifo, puede acumularse en el suelo y, posteriormente, en las hojas de la planta, causando esos residuos no deseados. La solución es simple pero requiere consistencia: utilizar agua destilada o dejar reposar el agua de grifo durante 24 horas antes de usarla, permitiendo que el cloro se evapore. De esta manera, se pueden mitigar los riesgos asociados con este problema y mantener la calathea luciendo saludable.

Hojas decoloradas o pálidas

Este problema generalmente surge debido a la exposición excesiva al sol. La calathea es una planta que prefiere la sombra luminosa o la luz filtrada. La luz solar directa puede blanquear las llamativas hojas y debilitar la planta.

Solución: Mueva su calathea a un lugar con luz indirecta donde no reciba los rayos directos del sol. La ubicación ideal podría ser cerca de una ventana orientada al sur (si está en el trópico o hemisferio sur) o detrás de cortinas transparentes.

Punta de las hojas marrones y crujientes

La baja humedad en el ambiente es un enemigo común para las calatheas, que prosperan en condiciones selváticas. El aire seco suele hacer que las puntas de las hojas se sequen y adquieran una textura crujiente.

Solución: Aumente la humedad alrededor de su planta. Puede optar por colocarla en un baño iluminado, si es posible, usar un humidificador o realizar pulverizaciones frecuentes con agua a temperatura ambiente. También puede considerar el uso de bandejas de piedra con agua para ofrecer una evaporación constante alrededor de su planta.

Crecimiento lento o detenido en su Calathea

Las calatheas necesitan un equilibrio entre luz, riego y fertilización para mantenerse saludables y con un crecimiento constante. La falta de uno de estos factores puede causar estancamiento.

Solución: Asegúrese de que su planta esté recibiendo suficiente luz indirecta y esté regada regularmente, permitiendo que el sustrato se seque un poco entre riegos. Aplique fertilizante equilibrado durante la temporada de crecimiento, siguiendo las instrucciones para evitar la sobrealimentación. Igualmente rote su planta para que crezca de manera uniforme.

Hojas enrolladas

Las hojas de la calathea que se enrollan pueden ser síntoma de sed. Este es un mecanismo de la planta para reducir la pérdida de agua.

Solución: Riegue la planta profundamente, asegurándose de que el agua alcance las raíces pero evitando el encharcamiento. Para saber cuando regar, utilice una aguja de tejer o palos de sushi para introducirlo en la tierra de la maceta y ver si sele adhiere tierra húmeda o sale limpia. Es fundamental permitir un buen drenaje para impedir la pudrición de las raíces.

Decaimiento y mal olor del sustrato

Un riego excesivo y falta de drenaje de la maceta puede provocar hongos en la raíz o podredumbre, afectando seriamente la salud de su calathea. Este es muchas veces el principal problema que aqueja a esta planta.

Solución: Asegúrese de que su maceta tenga suficientes agujeros de drenaje y evite dejar agua en el plato recolector. Dele a la planta solo la cantidad de agua que necesita, lo que puede verificar con el tacto o mejor con una aguja de tejer o palillos de sushi. Solo riegue cuando no sienta o vea humedad.

Marchitamiento por cambios bruscos de temperatura

La calathea es particularmente sensible a los cambios bruscos de temperatura, lo que puede llevar a un marchitamiento rápido de sus hojas. Esto ocurre porque las fluctuaciones extremas de temperatura pueden impactar negativamente en la tasa de transpiración de la planta, causando estrés y, por ende, marchitamiento.

Solución: Mantenga su calathea en un lugar donde la temperatura sea constante y alejada de corrientes de aire frío o caliente. Idealmente, esta planta prospera en temperaturas que oscilan entre 18-24°C (65-75°F). Si usa calefacción o aire acondicionado en su hogar, ubique su planta en un lugar donde no reciba el flujo directo de aire. La constancia es clave para evitar el estrés térmico y asegurar el vigor y la belleza de su calathea.

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Plagas

Las calatheas pueden ser susceptibles al ataque de ácaros, cochinillas y moscas blancas si no se mantienen en condiciones óptimas. Las infestaciones pueden manifestarse por pequeñas manchas o sedas en las hojas.

Solución: Inspeccione regularmente su planta en busca de signos de plagas y trate de identificarlas (puede tomar una foto y subirla a google por ejemplo). Retire las plagas manualmente con un paño humedecido o, si es necesario, utilice un jabón insecticida o aceite de neem.

Al abordar estos problemas de manera proactiva y sensible, puede convertirse en un experto en el cuidado de la calathea. Recuerde que la prevención es siempre la mejor práctica cuando se trata de mantener la salud de las plantas. Monitoree constantemente su planta, adapte sus cuidados a las estaciones, y tendrá una calathea vibrante y próspera en su hogar. Las plantas, después de todo, son como cualquier otro ser vivo bajo su cuidado, necesitando atención y cariño constante para florecer en todo su esplendor.

Acá puede ver un video sobre este tema

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