Tal vez se preguntará ¿qué es una planta invasora? Aunque muchísimas de nuestras plantas predilectas son foráneas, las invasoras son aquellas que se propagan rápidamente fuera de su área de origen y que causan daños significativos a la biodiversidad local al dominar un ecosistema, impidiendo el desarrollo de otras plantas.
Desde hace siglos los humanos hemos llevado especies nuevas a otras regiones -de forma voluntaria o desprevenida- lo que ha llevado a que la mayoría de las plantas que tengamos en nuestros jardines o terrazas provengan de otros países originalmente.
Por ejemplo, personalmente me atraen muchísimo las plantas que se siembran en países con estaciones y que van con el estilo «cottage garden» o el más actual estilo naturalista.
Eso me ha llevado a querer tener especies que no consigo localmente, por lo cuál he comprado semillas del extranjero.
No había pensado -hasta hace poco- en las consecuencias negativas que esto podría tener y por eso quise investigar un poco sobre plantas que debo evitar propagar.
En los alrededores de mi jardín veo como una planta como la Ojo de Poeta (Thunbergia alata) impacta negativamente el entorno al reproducirse sin control y cubrir masas de vegetación hasta dejarla sin luz, ni capacidad de crecimiento.
Consecuencias de la propagación de plantas invasoras
Las plantas invasoras pueden generar tres impactos principales:
- Impedir la propagación de especies nativas.
- Alterar el hábitat introduciendo enfermedades o hibridarse con otras especies.
- Proliferarse descontroladamente por falta de depredadores naturales.
Estas consecuencias pueden resultar en un desequilibrio ecológico, afectando la biodiversidad y la salud de los ecosistemas locales. Así como oímos de los riesgos que generan animales exóticos por fuera de sus zonas de origen (por ejemplo el pez león en el Caribe o los hipopótamos en Colombia), también las plantas generan impactos muy negativos.
Plantas invasoras que debe evitar usar como plantas ornamentales
Hay muchas plantas invasoras a nivel mundial pero que probablemente no las sembraría o compraría a propósito porque son vistas como malezas. Pero me puse en la tarea de buscar algunas especies que sí podrían adquirirse por su valor ornamental y que también caen en esta infeliz lista.
1. Thunbergia alata (Ojo de Poeta, Susanita)
Esta planta trepadora, originaria de África, se ha convertido en una amenaza en muchas zonas de América Latina como Colombia, México y Ecuador. Llegó a la región hace varias décadas como planta ornamental, ya que tiene una llamativa flor naranja con un centro negro.
Crece rápidamente sobre otras plantas, literalmente ahogándolas. Su capacidad de adaptación a diferentes climas la hace particularmente problemática.
2. Eschscholzia californica (Dedal de Oro, Amapola de California)
Aunque es la flor estatal de California, esta planta puede volverse invasiva cuando se cultiva fuera de su hábitat natural como ha sucedido en Chile.
Esta planta produce flores muy bellas, lo cuál la hace tentadora para sembrar en un jardín o maceta. Sin embargo, se propaga tan fácilmente y es tan resistente que en Chile ya parece nativa al haberse distribuido a lo largo de los ferrocarriles por donde probablemente pudieron llegar sus semillas hace mas de 100 años.
Puede competir con las especies nativas por espacio y recursos.
3. Tradescantia fluminensis (Oreja de Gato, Amor de Hombre)
Originaria de América del Sur, esta planta se ha convertido en invasora en muchas partes del mundo como Estados Unidos, Australia o España. Es comúnmente usada como planta de interior o exterior por ser de fácil cuidado, pero su crecimiento y propagación evidencian su naturaleza invasora.
Su capacidad para crecer en áreas sombreadas y que sus tallos suculentos pueden formar raíces donde encuentren suelo húmedo la hacen difícil de controlar.
4. Kalanchoe
Estas plantas suculentas (de la familia de las crasuláceas) de origen africano son muy atractivas por sus coloridas flores y hojas, pero pueden propagarse rápidamente por fuera de sus zonas iniciales de siembra y desplazar a la flora nativa.
Las variedades longiflora, blossfeldiana y otras son consideradas invasoras en muchos países.En humedales de la ciudad de Bogotá por ejemplo, estas dos ya se han convertido en invasoras.
Sus hojas carnosas almacenan agua, lo que les permite sobrevivir en condiciones adversas y expandirse agresivamente.
5. Lantana camara (Lantana, Cinco Ojitos)
Esta planta es conocida por sus vistosas flores que atraen a mariposas, pero también es una de las especies invasoras más peligrosas. Es nativa de las regiones tropicales de América, pero hasta en el continente americano tiene impactos negativos.
Está planta hace parte de las 100 especies invasoras más dañinas publicada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Prolifera rápidamente, produce semillas en grandes cantidades y sus espinas dificultan el control manual.
Acciones preventivas y alternativas recomendadas
Las invasiones biológicas son actualmente el segundo factor de pérdida de biodiversidad a nivel mundial y es por esta razón importante aportar y contrarrestar la propagación de estas plantas invasoras.
Las siguientes acciones preventivas permitirán evitar convertir el gusto por las plantas en un problema :
- Investigar antes de plantar: Antes de introducir una nueva especie en su jardín, verifique en internet si tiene el potencial de ser invasora. Existen numerosos documentos que resumen todas las especies invasoras de países o zonas.
- Evitar traer plantas o semillas de otros países: Las plantas exóticas pueden convertirse en invasoras o traer enfermedades si se introducen en un nuevo entorno. Evite la tentación.
- Eliminar especies invasoras: Si encuentra alguna de estas plantas en su espacio verde, deshágase de ellas de manera segura. Aun en maceta estas plantas pueden ser un riesgo y sus semillas llegar a otros lugares no controlados.
Alternativas a las plantas invasoras
Considere cultivar especies nativas o aquellas que no representen un riesgo para el ecosistema local (donde muchas son exóticas pero se han naturalizado sin efectos adversos). Visite viveros locales para hacerse un listado más amplio de las plantas comúnmente disponibles y hable con sus dueños sobre alternativas a plantas que quisiera tener en su espacio.
Las plantas autóctonas tienen la ventaja de estar adaptadas al clima y suelo de su región, lo que las hace más sostenibles y beneficiosas para la biodiversidad.
Si le interesa conocer sobre 5 especies de árboles altamente invasores, puede leer un artículo acá.
