El fin de semana pasado cayó una fuertísima tormenta con granizo en Bogotá. Estos fenómenos climáticos dejan muchos daños y esta no fue la excepción. Las redes sociales se llenaron de videos de calles inundadas, parques que parecían nevados y hasta centros comerciales sacando cubetas de agua.
El sonido del granizo es siempre una alerta para todo jardinero y un presagio de una devastación que puede ser inmensa en cuestión de minutos.
En esta ocasión, mis plantas no fueron inmunes al granizo aunque confieso que he visto peores situaciones. Tristemente, las suculentas que apenas recuperándose de una granizada anterior quedaron afectadas. Igualmente mis malvas y mi filodendro quedaron con sus hojas maltrechas.
En ocasiones anteriores he actuado por instinto, pero quise investigar y leer un poco sobre cómo prepararme mejor para este tipo de tormentas. Hay varias que pueden parecer obviar, pro por ejemplo, no sabía que los daños hechos por el granizo pueden ser el punto de entrada de hongos y otras plagas.
El camino hacia la recuperación después del granizo parte claramente de tener paciencia, pero resalto 5 consejos básicos que sirven como guía para cuando pase la tormenta:
1. Inspección de Daños
La primera y más crítica acción tras el granizo (y la tormenta) es una inspección minuciosa. Daños como contusiones, roturas o desgarros en hojas, tallos y flores pueden no ser evidentes a simple vista.
Mis suculentas, por ejemplo, aunque sobrevivieron, muestran las huellas visibles de cada granizada pasada. Esta vez quedaron muchas hojas con huecos y daños que no afectan su supervivencia pero si hacen que sus hojas queden llenas de permanentemente afectadas.
Igualmente, es importante revisar que las plantas no queden repletas de agua o en charcos, ya que esto puede podrir las raíces y causar su eventual muerte.
2. Podar las Partes Dañadas
Al identificar áreas afectadas, es importante podarlas o retirar hojas afectadas rápidamente para evitar que las plantas se centren en un proceso de «cicatrización».
Utilice tijeras de podar esterilizadas para cortar las partes dañadas. Esta práctica promueve el crecimiento saludable y previene enfermedades.
Mi filodendro, siempre queda con gran parte de sus hojas rasgadas, pero logra retomar su ritmo de crecimiento tras podar las hojas más afectadas.
3. Nutrición y Reposición de Sustrato
El impacto físico es solo una parte; la pérdida de nutrientes y sustrato son igualmente perjudiciales. La aplicación de un fertilizante equilibrado como el humus de lombriz y reponer tierra perdida por el agua son esenciales para fortalecer las plantas debilitadas.
Por ejemplo, espero que mis malvas maltrechas por el granizo puedan retomar su crecimiento con una buena dosis de abono orgánico.
4. Protección Contra Futuras Granizadas
Anticiparse a futuras tormentas es parte de la estrategia de recuperación. Estructuras de protección como mallas o toldos pueden ser una excelente inversión en partes de su terraza o jardín que tengan plantas muy sensibles.
Yo por lo pronto dejaré algunos cactus bajo una pérgola cuando no esté en casa para evitar que una súbita tormenta de granizo los destruya o ahogue.
5. Monitoreo Continuo
La recuperación no termina con la aplicación de los consejos anteriores; el progreso debe monitorearse de cerca.
Hay que estar vigilante por algunas semanas ante cualquier signo de estrés o enfermedad, y actuar rápidamente para mitigar los problemas que surjan o reemplazar la planta cuando el daño sea demasiado fuerte.
Conclusión
Los daños causados por una granizada pueden ser desalentadores para cualquier jardinero, pero normalmente no son afectaciones insuperables para sus plantas.
Siguiendo estos 5 consejos podrá dar a sus plantas la oportunidad de recuperarse y, por qué no, superar su esplendor anterior.
¿Tiene otros consejos para el cuidado y la recuperación de plantas después de una granizada? Escríbanos.
