Hace poco más de un año decidí transformar mi terraza para convertirla en un jardín de cactus, suculentas y otras plantas de bajo consumo hídrico.
Vivo en un último piso en el oriente de Bogotá que no es precisamente una ciudad seca (a 2600 msnm en medio de los Andes y clima ecuatorial), pero mi terraza está expuesta a mucho sol y cuenta con cortavientos de vidrio que me hacían pensar que se podía crear un espacio más seco.
Acá puede leer sobre cómo diseñar una terraza en 3 simples pasos.
Tras 12 meses de haber finalizado, tanto el diseño como la siembra de las plantas, es un buen momento para evaluar el proyecto y compartir algunas conclusiones sobre lo bueno, bonito y feo.
Enseñanza: Los cactus resisten mejor el mal clima que las suculentas
Sembré una selección de 25 especies de cactáceas y suculentas que distribuí en 30 maceteros de diversos tamaños. Este proyecto estaba pensado para poder también enfrentar una temporada de el fenómeno de El Niño, pero durante la misma también vivimos semanas de mucha lluvia o de fuertes tormentas y hasta granizos.
Entre las plantas que mejor resistieron la amplia gama de climas de la capital colombiana se encuentran:
- Oropantia ficus indirica (Nopal)
- Austrocylindropuntia cylindrica (Cactus cilíndrico)
- Cereus peruvianus (Cactus candelabro)
- Kalanchoe beharensis (Oreja de elefante)
- Yucca gigantea (Palma yuca)
- Euphorbia tirucalli (Árbol de dedos)
- Crassula ovata (Árbol de jade)
Hubo varias suculentas que con las semanas de mucha lluvia murieron o que con el granizo sufrieron grandes destrozos. Entre esas están:
- Klanachoe tomentosa
- Klanachoe orgyalis (Cuchara de cobre)
- Aloe vera (aunque no murió se tornaron amarillentas)
Enseñanza: Tener bases para elevar las macetas del piso evita problemas
Elevar todas las macetas del suelo, por medio de bases, resultó ser un ajuste necesario que tuve que implementar en mi terraza. Así, logré garantizar una mejor circulación del aire alrededor de las raíces, favorecer un drenaje óptimo y ante todo evitar el encharcamiento del sustrato. Esto era vital, ya que muchas suculentas y cactus son susceptibles al exceso de agua, que puede provocar la pudrición de las raíces.
Las bases adicionalmente protegen las materas del contacto directo con las superficies duras, que pueden retener el frío o el calor, afectando las temperaturas del sustrato.
La elevación también minimiza el riesgo de hongos y plagas que suelen proliferar en ambientes húmedos y oscuros, brindando a las raíces un entorno más saludable.
Enseñanza: Una pérgola garantiza una terraza exitosa
Invertir en una pérgola fija para la terraza permite tener un espacio protegido todo el tiempo, lo que resulta esencial para disfrutar de las plantas y ambientes exteriores en cualquier condición climática.
Todo lo que es permanente facilita el uso de los espacios exteriores o solo piense las veces que no sale por la pereza que da el tener que sacar cojines, destapar mesas o abrir sombrillas.
En mi caso instalé una estructura de metal semi móvil que me evitó tener que fijar las bases en el piso. Tras un año a la intemperie está perfecta y no se ha movido, dado que al interior de sus bases tiene arena.
Aunque la instalé para funcionar de techo para los muebles que tengo afuera, semanas de lluvia intensas me han forzado en momentos a a mover las plantas debajo de la pérgola.
Enseñanza: Si quiere capas frondosas verdes, las suculentas y cactus no son ideales
Parece una obviedad, pero de alguna manera esperaba que lo sembrado estuviera más grande y frondoso tras doce meses. Tenía un ideal más parecido al que se puede apreciar en este artículo y la realidad es mucho menos impactante.
La mayoría de las cactáceas evidentemente son más bien largas y estructurales, pero también las suculentas requieren bastante tiempo para crecer como es el caso del Árbol de jade o el Aeonium schwarzkopf. Yo compré la mayoría de las plantas de tamaño medio y otras son esquejes de especies que tengo en mi casa de campo.
Si quiere ver resultados rápidamente, recomendaría:
- Adquirir plantas adultas y elegir especies que puede ser de mayor tamaño como la Agave americana, el Kalanchoe beharensis o Echeveria palida (acá puede ver más sugerencias).
- Ubicar macetas en distintos niveles para generar una sensación de texturas verdes.
- Abonar cada 8 semanas para acelerar el crecimiento.
Yo opté por tener paciencia en todo caso y haré algunas adiciones a niveles para disimular un poco las paredes de ladrillo de la terraza.
Enseñanza: Muebles de metal son la opción más resistente para terrazas en zonas de lluvia
Cuando diseñé el proyecto, estuve tentada en optar por muebles de terraza de madera. No hay duda que el material y color son una opción cálida y bella
Felizmente pensé en el clima que vivo, donde los muebles de exteriores -estén o no cubiertos- se mojan frecuentemente por las lluvias. Tras doce meses de utilizar unos muebles de aluminio gris, tengo que decir que estoy feliz de haber elegido ese material por su resistencia y su ligero peso. Además, los muebles de metal se pueden limpiar fácilmente y no requieren mantenimiento como la madera.
Hay maderas muy resistentes al agua como la teka, pero en todo casi mi recomendación personal es optar por muebles de metal. Su durabilidad los hace una opción más práctica a largo plazo. y siempre puede agregar cojines y accesorios para darle un toque de color.
También existen muebles de metal a colores que son bellísimos.
En jardinería, doce meses son un lapso de tiempo bastante corto. Sin embargo, este periodo me ha permitido identificar aciertos y puntos de mejora para mi terraza. Espero poder seguir avanzando y en unos años tener las plantas sembradas del tamaño del que me las sueño. Lo que si tengo claro es que este proyecto convirtió un espacio «muerto» de mi hogar en una opción de descanso y hasta de trabajo deliciosa.